Estamos en Semana Santa. Tiempo de procesiones por toda España, donde se vive con emoción y devoción. Y más todavía si cabe en mi tierra, Zamora, donde se celebra de manera especial, con un sentimiento que no he visto en ningún otro sitio. Las procesiones recorren la ciudad todos los días durante la semana; algunas son realmente especiales, como la de las Capas Pardas, la procesión del Silencio el Miércoles Santo o la del Jesús Yacente el jueves, donde se canta un miserere de noche, sobre las 3 de la mañana, con la única luz de las velas de los cofrades, que realmente pone los pelos de punta. Este vídeo os dará cuenta de ello.
Pero también es tiempo de gastronomía popular, y no se yo si el que más, pero seguro que uno de los placeres de esta Semana son, sin duda, las torrijas. Umm, rebanadas de pan empapadas en leche o vino, fritas con huevo y hasta arriba de azúcar y canela. Y a partir de aquí es cuestión de dejar volar la imaginación, porque variedades hay por cientos.
Las torrijas que yo cocino prácticamente cada año son las clásicas, tal y como hace años me las enseñó mi madre.
El pan es un tema aparte. Originariamente se hacía con el pan duro que había en casa, y ciertamente se puede hacer con cualquier pan que se tenga; es más, también se puede hacer con croissants o bizcochos que se nos hayan quedado un poco duros. Yo suelo comprar alguna barra ancha en un supermercado y la dejo endurecer un día, pero reconozco que esta vez he utilizado ésta receta de Manu Ruiz de Directo al paladar.
Y por cierto, lástima no tener fotos (pero actualizaré en cuanto tenga) de la especialidad de mis hijos, las torrijas con Nutella. ¡¡¡Las devoran!!!
Ingredientes
- Una barra de pan del día anterior
- leche
- 2 huevos
- azúcar
- canela en polvo
- aceite de girasol para freir
Elaboración
Hacer unas riquísimas torrijas es tremendamente sencillo. Solo hay que hacer lo siguiente: Cortamos la barra de pan en rebanadas de un dedo de grosor, y para cada una de ellas hacemos:
- Empapamos bien en leche que habremos puesto en un plato hondo.
- Recogemos la rebanada y la escurrimos un poco, quitándole un poquito de la leche.
- Rebozamos con los huevos que habremos batido bien, previamente.
- Freímos en una sartén con abundante aceite de girasol.
- Cuando la torrija está dorada por los 2 lados, retirar a un papel absorbente.
- Por último, espolvoreamos bien en una mezcla de azúcar y un poco de canela en polvo. ¡Listas!
¿A que no puedes comer solo una?
Estas torrijas están buenísimas.
ResponderEliminarSobre la Semana Santa, anoche pudo salir el Yacente, pero la madrugada se ha tenido que suspender por la lluvia y por segundo año consecutivo. Que pena.
Un Saludo.
http://cocinandoconlafamily.blogspot.com.es/
Qué maravilla de procesión, la del Yacente. Saludos!
Eliminarunas torrijas deliciosas.
ResponderEliminarLas mias con vino, espero que te gusten
No las he probado nunca de vino, a ver si a la próxima me animo y hago algunas.
EliminarSaludos!
Las torrijas, es un postre que no debe faltar en esta fecha, porque es parte de nuestra tradición,me encantan, y si me invirtas solo me comeré una, te lo prometo.
ResponderEliminarBueno, si es solo una... vale!
EliminarSaludos!